Una semana en Buenos Aires

12 mayo, 2013 a las 22:32

Salimos de Ushuaia repletitos de paz y armonía pero, en cuanto aterrizamos en Buenos Aires, un torbellino de tráfico congestionado, calles en obras abarrotadas de gente apresurada y metros hasta los topes nos abofeteó la cara sin darnos tiempo a reaccionar. Por suerte, estas características típicas de la vida en la ciudad (a la que tan fácilmente nos hemos acostumbrado) se contrarrestan en Buenos Aires con amplias avenidas, numerosas zonas verdes, edificios señoriales de dimensiones titánicas, el colorido Caminito del barrio de La Boca, el animado mercado de artesanías de San Telmo, la reivindicativa Plaza de Mayo, el lujoso Puerto Madero, las sensuales melodías del tango, el trasnochador barrio de Palermo, la afición en las gradas de la Bombonera…

Caminito barrio de la Boca

Entrada de Caminito, en el barrio de La Boca

Barrio de la Boca

¡Las casas de Caminito en La Boca tienen un colorido precioso!

Puerto Madero Buenos aires

La nueva zona de Buenos Aires, Puerto Madero

Nos quedamos en el centro, en el Hostel Suites de la peatonal calle Florida, bastante agobiante por la cantidad de gente y cambiantes de dinero del mercado negro que pasan por ella a todas horas del día, pero con la ventaja de que queda cerquita de los principales puntos turísticos del centro de la ciudad como el célebre Obelisco o la casa Rosada que tan famosa hizo Evita con su discurso frente a la abarrotada Plaza de Mayo, la misma plaza por la que todavía marchan cada jueves las madres y abuelas de aquellas generaciones rotas por la dictadura militar.

Obelisco Buenos Aires

Junto al Obelisco de Buenos Aires
Casa Rosada Buenos aires

La famosa Casa Rosada de Buenos Aires

Los domingos la calle Defensa (parte de la Plaza de Mayo) en el barrio de San Telmo se adorna con puestos de antigüedades y artesanía y se llena de turistas y locales que pasean y se embriagan con el sonido del tango y olor a empanadas y pan relleno.

También queda a unos pasos a pie de florida el Teatro Colón, la manzana de las luces, el Museo Peronista y, caminando un poco más, Puerto Madero (el Manhattan de Buenos Aires), la reserva de aves y, al norte, por la calle Rivadavia, se llega hasta el Congreso.

Teatro Colon

El Teatro Colón

Merece la pena moverse unas paradas de metro (Subte) para visitar el barrio de la Recoleta, para conocer su cementerio, el Museo de Bellas Artes, caminar por las señoriales avenidas flanqueadas por parques hasta el Jardín Japonés.

cementerio la recoleta

Cementerio de la Recoleta, donde yacen muchos argentinos famosos

Otro punto imprescindible y también a unas paradas de metro del centro es el animadísimo barrio de Palermo. Tanto de día como de noche, los bares, restaurantes, tiendas y discotecas atraen a los porteños y visitantes convirtiéndolo en un hormiguero de animada vida social.

En Buenos Aires, además de visitar los lugares anteriores, tuvimos varias de esas experiencias vitales que le dan al viaje un tinte bastante especial: nos reunimos de nuevo con Paul y Lucy, una pareja majísima formada por un inglés-chicharrero y su novia, a los que conocimos en el Bolsón pero que viven actualmente en BA y que nos invitaron a una deliciosa cena en su acogedor apartamento.

cena paul lucie

Cena en casa de Paul y Lucy

Otro esperado reencuentro fue el de Gastón y Cristian, los dos argentinos con los que tuvimos el placer de hacer el tour por el salar de Uyuni, en Bolivia. ¡Qué bueno fue volvernos a ver!!

Además nos alojamos una noche en casa de Martín,  un bonaerense a quien conocimos a través de couchsurfing y con quien compartimos una deliciosa cena y buenas conversaciones sobre viajes (que raro, ¿no?).

Otra de las experiencias “curiosas” que vivimos fue el cambiar los dólares que conseguimos en Punta Arenas, pero un blog no es el lugar para comentar ciertas cosas (la anécdota se quedará para la vuelta).

Y como no, no podemos dedicar un post de Buenos Aires sin comentar el sueño cumplido de Erik: ver un partido del Boca en la Bombonera. El estadio vibrando (literalmente) con los cánticos continuos de los aficionados, los cuales se escuchaban ya a kilómetros del estadio, fue realmente todo un espectáculo que recordaremos mucho tiempo.

La Bombonera boca corinthians 2013

En el partido de octavos de final de la Libertadores, Boca 1 Corinthians 0

Al día siguiente del partido y con la excitación todavía en el cuerpo, cogimos el autobús hacia nuestro siguiente destino: las impresionantes Cataratas de Iguazú.