Consejos para viajar por Nueva Zelanda

16 junio, 2013 a las 10:36

Consejos para viajar por Nueva Zelanda

* La manera más cómoda y barata de viajar por Nueva Zelanda es alquilar una campervan, cuestan entre 14 y 20 dólares al día (seguro aparte, pero la puedes alquilar incluso sin seguro porque no es obligatorio). En Nueva Zelanda hay miles de sitios para acampar así que en verano es la mejor opción sin duda.

Queenstown, capital del invierno neozelandés

12 junio, 2013 a las 10:14
Queenstown Lago Wakatipu

A orillas del Lago Wakatipu, en Queenstown

Queenstown nos recordó mucho a Andorra (la Vella) pero con bastante más encanto. Es una ciudad pequeña construida en piedra y madera y llena de comercios (actualmente dedicados prácticamente por completo a los deportes de nieve).

Fox Glacier y Lago Matheson

9 junio, 2013 a las 8:36

Para nuestra siguiente parada elegimos el Fox Glacier (Glaciar Fox o Te Moeka en maorí), uno de los dos glaciares más famosos de Nueva Zelanda junto con el Franz Joseph.

Picton, Nelson y Punakaiki – Paparoa National Park

6 junio, 2013 a las 4:01

Atracamos en Picton (un bonito pueblo de costa) y salimos en el primer bus a Nelson, después de decidir que bajaríamos hasta Queenstown por la costa oeste.

Parque Nacional Tongariro y Wellintgon

3 junio, 2013 a las 0:41

Cuando llegamos a la minúscula Turangi, uno de los pueblos que cercanos al Parque Nacional Tongariro, no sabíamos que existía el Tongariro Alpine Crossing, una de las 9 grandes rutas de trekking de Nueva Zelanda.

Rotorua, la ciudad maorí y Taupo

31 mayo, 2013 a las 1:12

Rotorua es el epicentro de la cultura maorí en Nueva Zelanda, así que viajamos hasta allí para conocer la ciudad y visitar un poblado aborigen que resultó no ser tan auténtico como esperábamos. Preguntamos a varias personas locales cuál era la mejor opción para tener contacto con un pueblo maorí y todos nos remitían a las mismas excursiones organizadas.

Auckland y Matamata

30 mayo, 2013 a las 10:44

De madrugada y algo trasnochados tras un largo vuelo desde Rio de Janeiro llegamos a Auckland. Con el cambio de hora habíamos perdido un día, así que nos tomamos un café para sacudirnos el calor y la samba carioca e intentar adaptarnos al nuevo escenario: una ciudad moderna y cosmopolita, un nuevo idioma (y un acento que no habíamos oído nunca), un frescor otoñal, un nuevo paisaje, tráfico por la izquierda…