Ushuaia, la Tierra de Fuego argentina
Llegamos a Ushuaia desde Punta Arenas después de un ajetreado viaje de 11 horas a lo largo de un paisaje que no dejaba de sorprendernos. Bajamos en la estación y, para nuestra sorpresa, había una inesperada calidez en el ambiente que nos permitió colgar los abrigos durante un tiempo.
Nos alojamos en el albergue Cruz del Sur (ofrece descuentos HI y a través de Hostelworld), un céntrico, acogedor y curioso albergue gestionado por unas chicas con muchas ganas de ayudar a todo el viajero que decida pasar por este lugar. Totalmente recomendado.
La ciudad de Ushuaia se podría comparar con Punta Arenas, en Chile, pero los alrededores naturales de la primera creemos que superan con creces a su homóloga chilena. La primera excursión que hicimos fue por el Estrecho de Beagle en un barquito que nos llevó al Faro del Fin del Mundo (¿Os suena el libro de Julio Verne?), a la isla Bridges (donde hicimos una excursión para reconocer la flora de la zona y visitar un asentamiento arqueológico yámana), a ver una colonia de Cormoranes imperiales, otra de leones y lobos marinos y, como no era época de ver pingüinos, no los pudimos ver (¡una verdadera lástima!), pero en su lugar ¡vimos ballenas jorobadas!
Las ballenas traen a los ballenatos a comer por la zona, aunque encontrarlas tan cerca de la costa no es normal. Son animales muy curiosos y fue impresionante verlas a menos de 3 metros de la barca, saliendo a respirar con sus grandes y lentos movimientos. Además, la excursión incluyó alfajores y cerveza casera. ¡Todo un lujo!*
- Leones marinos
La segunda excursión que hicimos fue al Parque Nacional de Tierra de Fuego. Como no hay bus público y el privado cuesta 100 pesos (15€) por un trayecto de 15 minutos, decidimos hacer dedo. Esta vez tuvimos la suerte de conocer a Manuel, un simpático salteño que no sólo nos invitó a acompañarle en un bonito trekking alternativo que no aparece en los mapas del parque sino que nos acercó luego en coche a los sitios más relevantes, como el fin de la Ruta Nacional 3 (el fin de la carretera más meridional del mundo).
Pasamos un día tan bueno que nos quedamos con ganas de más, así que decidimos cenar juntos esa misma noche… y en casa de una buena amiga suya, Claudia, al día siguiente. Manuel y Claudia tienen unas ganas locas de coger la mochila y recorrer el Camino de Santiago así que durante la sabrosa cena (¡gracias de nuevo Claudia!) intentamos sembrar una semillita que, si crece fuerte, les lleve a cumplir su sueño. ¡¡Esperamos veros en España con la mochila al hombro y los pies doloridos!!
Las posibilidades que ofrece la naturaleza de Ushuaia son innumerables, pero para nuestro tercer día de excursión, nos decidimos por a la Laguna Esmeralda. De nuevo hicimos autostop hasta donde empieza el camino (esta vez nos acercó un amable guía de turismo que había vivido en Italia y hablaba por los codos) y nos abrimos camino entre bosques encantados que jugaban a despistarnos, zonas de turba, castoreras, agua y barrizales durante 2 horas. La caminata y el barro hasta las rodillas merecieron la pena sólo por poder admirar durante unas horas la laguna color verde turquesa que descansa a los pies del Glaciar Albino, uno de los glaciares que esconden las montañas de Ushuaia. Ahhhh…. qué paz.
Nuestra última noche quedamos por tercera vez en los 5 días días de estancia en el pub Dublin de Ushuaia, para despedirnos de Emilia y sus amigos; una gente “relinda¨ que conocimos a través de couchsurfing. Emilia contagia con su sonrisa las ganas de comerse el mundo. De verdad que fue un placer haber compartido estos días con ella, con Manuel, Claudia…
Al día siguiente, con muchas ganas pero algo melancólicos, volamos a Buenos Aires, un cambio radical como el día y la noche…
* Todas las compañías que hacen estos tours se encuentran en el puerto y ofrecen excursiones similares y al mismo precio (unos 38€), pero nosotros elegimos una que utiliza barcos menores que no interfieren tanto en la vida de los animales que visitas.
Paisajes maravillosos y supongo que ir conociendo personas interesantes y relindas, una experiencia inigualable. Besos
Sí… estoy haciendo una promoción de Argentina que no veas, a todo el mundo le estoy mandando allí jajaja
Como bién dices el fin del mundo,las fotos preciosas y vosotros veo que fenomenal,las aventuras tendreis de todo,ya habeis pasado por unos cuantos sitios,pasadlo bien y muchos besicos.
Que paisajes tan maravillosos y que suerte teneis de conocer a gente tan agradable y servicial. Cuando vengais tendreis que emplear otro año para ponernos al corriente de toda vuestra aventura. Muchos besos y abrigaos porque nosotros ya nos vamos “desabrigando”.
El Fin del Mundo es realmente bonito Charo! y la gente que hemos encontrado en Argentina ha sido un regalo. No creas que nos queda mucho por contar aparte de lo que contamos en el blog jajaja
De momento nosotros nos hemos desabrigado del todo, llevamos unos días disfrutando de las playas de Brasil, y hace mucho calor! pero en breve volamos a Nueva Zelanda y ahí sí que pasaremos frío.
Besicos!
Impresionantemente bellas!!!Qué espectáculoooooo!
¡¡Qué recuerdos me traen todas esa fotos!!
Menos la laguna Esmeralda… las de los carteles, los lobos, los cormoranes… ¡hasta el zorro!, que a nosotros casi nos comió de la mano.
Si no recuerdo mal, nosotros sí que fuimos al P.N. Tierra del Fuego en autobús de línea. Te dejaba a la entrada del parque, podías hacer varios trekking diferentes, y luego había paradas para volver a Usuhaia. Nosotros llegamos caminando hasta la Bahía de lapataia y allí, mientras ese zorrillo nos hacía compañía, esperamos al autobús.
¡Gran lugar el fin del mundo!
Besicos, y espero con ansias vuestros próximos post.
Jejej los zorros del Parque son casi domésticos ya, van buscando turistas para ver si pillan algo, el problema es que la gente les da de comer cualquier cosa…
Ahora los buses que hay son de empresas privadas, tanto los que van como los que hacen los transfers dentro, es una pasada, y los precios de los parques nacionales no son normales tampoco, a los extranjeros les cobran 3 veces más. En España nunca he pagado por entrar en un Parque Nacional.
Pero bueno, el Fin del Mundo no hay nada que lo estropee, es un lugar mágico.
En breve hablaremos de Buenos Aires. Besicos!!!
Ah que lindas palabras Irenica!. Me alegro de que les hayan tocado dias tan lindos!. Fueron privilegiados en ver las ballenas y los arboles de color otoñal!!.
Me alegro de haber compartido tiempo con ustedes
Espero que su viaje sigan tan bien como hasta ahora. Ya nos veremos por ahí
Claro que nos veremos… en algún lugar del mundo
Irenica!! Fijate q la imagen de fondo en el tele es un mate recién cebado!! Aquí está para uds. Recien cebadito!!
Jajaja, cierto… nos fuimos sin saber preparar buen mate, tendremos que volver! Un abrazo!
Pingback: Una semana en Buenos Aires | Viajando Ligero
Pero si este post, no lo había visto!!!! Qué maravilla!! Qué pasada las ballenas!! Qué paisajes!!! Próximo destino…Argentina!!!
Sí, Argentina forever jajaja Besico!!