Puno, Islas de los Uros e Isla Taquile

27 febrero, 2013 a las 14:42

Puno es el puerto de Perú en el Lago Titicaca. La ciudad en sí es bastante fea y no tiene gran cosa que ofrecer excepto las visitas a las islas próximas: Uros, Taquile y Amantaní. De cualquier manera, es una buena parada de camino a Bolivia.

Llegamos a la ciudad de madrugada y el día siguiente lo dedicamos a visitar la ciudad, hacer la compra y organizar la visita a las islas. Sorprendentemente por unos 9 euros por persona hay tours de un día que incluyen el barco, la entrada a las islas (Uros y Taquile) y el transfer desde/hasta el albergue.

Las islas de los Uros son 50 en total y cada una tiene un nombre y un “jefe”. Se trata de islas flotantes hechas con varias capas de totora (juncos) que dejan secar al sol y anclan al lago. Pero no sólo la base es de totora sino que las casas, barcos e incluso la comida la hacen con este material. Es muy, muy curioso. La visita a las islas (sólo 2 de ellas) fue pasada por agua, pero aún así ndisfrutamos mucho con la explicación de cómo se construyen y cómo viven sus habitantes, los cuales hablan aymara. Hay visitas que incluyen una noche en alguna de las islas durmiendo en las casas de totora y participando en sus actividades, pero con una visita de 1 día puedes hacerte  a la idea de sus costumbres.

Taquile, la siguiente isla que visitamos, no es una isla flotante sino natural, sus habitantes son quechuas y están más acostumbrados al turismo. Para subir a la plaza hay una caminata de 40 minutos con unas vistas increibles del lago, y para volver al barco tuvimos que bajar 500 escalones de piedra por el lado opuesto de la isla.

La verdad es que con visitar los Uros es suficiente porque Taquile no tiene nada único y los niños de la isla no te dejan casi moverte ni hacerte fotos sin que les pagues porque sí. Es mejor visitar la Isla del Sol desde Copacabana, por ejemplo.

Al día siguiente por la mañana nuestra guagua salía rumbo a Copacabana, en Bolivia. Nos habían vendido una que nada tenía que ver con la realidad: tenía goteras, no tenía cinturones de seguridad y la trampilla de seguridad estaba atada con un trozo de tela. Lo mejor del viaje fueron las risas de incredulidad con los compañeros del bus.

Después de arreglar papeles en la frontera y de que la guagua se fuera sin avisar con las mochilas mientras tanto (por suerte lo encontramos en el lado boliviano), llegamos a nuestro nuevo destino :)

Despedida de Perú:

Nos despedimos de Perú con muy buena sensación: la comida, Arequipa, el Cañón del Colca, Wayna Picchu y Machu Picchu, Cusco, las islas de los Uros… nos llevamos con nosotros tantos paisajes y experiencias nuevas que es difícil de explicar.

Pero no todo es perfecto, hay cosas que no nos parecieron normales: los precios en dólares, los boletos turísticos (entradas que los turistas tienen que pagar para ver ciertos monumentos o ciertos pueblos, además de la entrada) y la cantidad de basura que hay por todos lados (en los centros turísticos de las ciudades quizá no se ve tanto pero en las afueras, barrancos, desiertos o montañas hay muchísima).

Aún así Perú hay que vivirlo, ¡lo recomendamos!

¡Hasta pronto!

Puno desde el muelle

Puno desde el muelle

Catedral de Puno de noche

Catedral de Puno de noche

Isla flotante de los Uros

Isla flotante de los Uros

En la entrada a una isla de los Uros

En la entrada a una isla de los Uros

Nativas de los Uros con sus tejidos
Nativas de los Uros con sus tejidos

Niña en la Isla Taquile
Niña en la Isla Taquile

Bajando de la isla Taquile
Bajando de la isla Taquile