Lima y Nazca

6 febrero, 2013 a las 2:17

Llegamos a Lima después de 6 horas de avión con escala en Panamá (Ciudad de Panamá tiene muy buena pinta desde el aire, quizá es un posible destino a tener en cuenta en un futuro…) por suerte esta vez, habíamos reservado un albergue recomendado en la Lonely Planet: el Loki Lima, en el barrio de Miraflores, uno de los barrios más seguros de Lima.

Lima es una ciudad enorme (12 millones de habitantes), pero sin muchos atractivos. Ni siquiera en el albergue nos recomendaban coger colectivos por el tema de la seguridad y los taxis son tan caros que no salimos mucho del barrio, una pena.

En Miraflores, además de esquivar coches que circulan como locos, vimos el Parque Kennedy, paseamos por la costa, fuimos a bañarnos a la zona de surferos cerca del muelle… pero lo que más nos gustó fue el recinto arqueológico Huaca Pucllana, de la civilización Lima, 1000 años anterior a la Inca, fue realmente sorprendente.

El albergue en el que nos quedamos es famoso entre los mochileros con ganas de fiesta, hay un bar muy animado dentro del albergue y organizaban un montón de actividades y salidas por los locales de Miraflores y Barranco (el barrio de al lado). Nosotros nos propusimos salir, pero al final nos quedamos en el bar del albergue a base de pisco sours las noches que estuvimos allí… Muy bien por lo animado del sitio, pero en general era ruidoso y la habitación que nos dieron daba encima de la cocina y había malos olores. Del Loki Lima nos quedamos con la ubicación y sus happy hours.

Un par de días después continuamos hasta Nazca, un pueblecito polvoriento en el que todavía no se han recuperado del terremoto del año 2000 (toda la zona sigue devastada en realidad) y que no tiene más atractivo que las misteriosas Líneas de Nazca. La única forma de verlas bien es sobrevolándolas con una avioneta y, aunque la excursión no es barata, éramos conscientes de que quizá no tengamos la oportunidad de volver a Nazca en el futuro así que ¡adelante!

Nos subimos en una avioneta de 7 pasajeros (piloto y copiloto, 3 japoneses y nosotros 2) y la verdad es que, aunque me imaginaba las líneas más impactantes, la experiencia de volar en avioneta por las montañas, las líneas y valles de Nazca fue impresionante.

No tenía sentido seguir más tiempo en Nazca después del vuelo, así que a medio día cogimos el autobús a Arequipa, donde nos esperaba el padre de nuestra amiga María. Aquí estamos ahora, en su casa, nos ha recibido estupendamente y ya nos ha descubierto uno de los mayores placeres de Perú, su comida. Pero las andanzas en Arequipa tendrán su merecido post propio así que ¡hasta la próxima!

 

Huaca Pucllana

Huaca Pucllana

Muelle de Lima

Lima

Lima

Lima

 

Huaca Pucllana

 

Líneas de Nazca

 

Líneas de Nazca

Líneas de Nazca

 

Líneas de Nazca

 

Líneas de Nazca