De Kalaw al Lago Inle ¡nos vamos de trekking!
Al llegar a la oficina de correos de Kalaw nos apeamos (con muchas ganas) del incómodo pick-up que habíamos cogido en Meiktila ya que, según nuestro mapa, el guest house Golden Lily quedaba en una calle que bajaba justo enfrente. Nos acercamos a este alojamiento porque según la guía era el más barato y lo cierto es que nos sorprendió encontrar una habitación doble con desayuno (muy básica y sin baño privado) por $7. Está regentado por una familia india muy amable y también tienen habitaciones dobles con baño mucho más acogedoras por $14, lo curioso es que en estas habitaciones no salía agua caliente mientras que en el baño común sí (el desayuno tampoco es para echar cohetes).
Kalaw es el corazón del senderismo en Myanmar, situado a 1320m entre las montañas y pinares del Shan Plateau, es el lugar perfecto para disfrutar de bonitos paisajes rurales y escapar del calor, incluso en el mes de mayo (¡qué gusto volver a dormir tapaditos y sin aire acondicionado!) El trekking más célebre en Kalaw es el que recorre durante 3 días los 45km que separan este tranquilo pueblo del Lago Inle. Se pueden elegir varios recorridos que pasan por diferentes pueblecitos de las etnias Palaung, Intha, Shan y Pa-O pero en cualquier caso es una excursión muy asequible que no requiere ninguna condición física especial.
En el Golden Lily conocimos a Bony y Alicia, una pareja de amigos con los que congeniamos en décimas de segundo y con los que tuvimos el placer de compartir el trekking y los días posteriores en el pueblo de Nyaungshwe (del que hablaremos en el siguiente artículo). Después de preguntar en varios sitios por el precio del trekking nos decidimos a contratarlo con la familia del famoso ¨tío Sam¨. El mismo Sam en persona (un amable birmano que ronda los 75 años) nos explicó con detalle el recorrido del trekking. Era tal la ilusión que veíamos en sus ojos al hablar de su tierra, de su gente, de sus costumbres y es tal la experiencia que demuestra haber acumulado tras haber sido guía durante décadas (él es el “inventor” de estos trekkings), que no tuvimos la menor duda de que queríamos vivir esta aventura de su mano.
Además, el precio era muy bueno: 36.000k por persona (27,27€) para un grupo de 5 personas, que incluía un guía (Kopio), una cocinera (Kalea), el desayuno, comida y cena de 2 días y medio, el alojamiento (en casas tradicionales y por lo tanto muy básico pero emocionante) y el barco desde Tonlé hasta Nyaungshwe atravesando el Lago Inle (le pagamos al barquero un ¨extra¨ de 1000k por persona para que en vez de llevarnos directos nos hiciera un recorrido turístico de unas dos horas para conocer algunos de sus puntos más relevantes).
Además de nosotros cuatro, el grupo habría quedado incompleto sin Andreas, un alemán que se alojaba también en el Golden Lily y que soportó nuestro humor español durante los tres días de trekking. De hecho, el primer dia fue él quien nos propuso un juego: hacernos cargo de un huevo durante el trekking y, quien consiguiera hacerlo llegar intacto, se ganaba una cena a cargo de los demás.
Pensamos que no se salvaría ninguno y al final resultó que todos conseguimos mantener el huevo intacto. ¿Quién ganó entonces? ¡Todos! Resultó que al llegar a Nyaungshwe nos fuimos a cenar todos juntos (en principio cada uno se pagaba lo suyo) y se unió una parejica de coreanos a los que les hizo tanta ilusión que Bony les dijera de venir con nosotros ¡que pagaron toda la cena! Nos negamos al principio, pero insistían tanto en que él era un “businessman very rich” en Corea y que su país era una tradición, que al final no nos quedó más remedio que aceptar.
El trekking fue genial, nos asustaba un poco pasar calor, pero no fue así. Durante 3 días recorrimos recónditos pueblecitos étnicos, valles, colinas y campos de cultivo, dormimos en casas tradicionales y disfrutamos de la deliciosa y abundante comida que Kalea y Kopi-o nos preparaban. La guinda del pastel fue el recorrido por el Lago Inle a la vuelta, el barquero nos llevó a Indein (nos cayó un chaparrón inmenso mientras visitamos las 500 estupas) además de hacernos un recorrido por un pueblo flotante y acercarnos a ver a los afanosos pescadores que reman grácilmente con el pie a la vez que zarandean y recogen sus redes de pescar. Llegamos a Nyaungshwe inmensamente satisfechos con la experiencia.
Después del trekking nuestros cuerpos nos pedían bajar el ritmo un poco, así que los siguientes días fueron bastante tranquilos (aunque no por ello fueran menos divertidos ) Os contaremos más cosas sobre Nyaungshwe y el lago Inlé en nuestra próxima aventura. ¡Os esperamos!
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Hola chicos! os hemos descubierto por casualidad y al ver Myanmar nos han venido unos recuerdos increibles! Nosotros estuvimos en el 2011 (cuando todavía no habían cajeros automáticos jajaja) pero por lo demás vemos que todo parece estar igual no?? geniales las entradas y las fotos, son preciosas!!
2 catalanes que os siguen desde México liiindoooooo
si veniu aviseu!
Abrazos!
Hola chicos, ante todo mil disculpas por tardar tantísimo en contestar. Hemos tenido el blog un poco (o bastante) desatendido,pero nos estamos poniendo al día
Muchas gracias por leernos y comentar. Si vienen por Barcelona avisen y vamos a tomar algo :), que a Mexico de momento no volveremos jej
Saludos!!