Chiang Rai, última parada en Tailandia

14 septiembre, 2013 a las 13:17
Wat Rong Khun

White Temple, Chiang Rai

Nuestra última parada en Tailandia fue Chiang Rai, separada de Laos por unas escasas horas de autobús y una pequeña travesía por el Mekong.

Caímos en el hostel más psicodélico y hippy de toda la ciudad, el Chok Dee (y uno de los más baratos que hemos pagado en toda Tailandia). Los dueños son bastante pasotas, por lo que las zonas comunes no estaban muy atendidas y siempre había algún¨ trabajador¨ tirado en un banco de la recepción-bar viendo la tele… pero bueno, son cosas de Tailandia :) Lo mejor de todo es que tienen un bar reggae en la misma calle, el Peace Bar, con cerveza a buen precio, buena música y buen ambiente.

Chok Dee Guest House

Chok Dee Guest House, Chiang Rai

Peace Reggae Bar, Chiang Rai

Erik ¿ves doble?

Lo más famoso de Chiang Rai son el White Temple (Templo Blanco) o Wat Rong Khun y la Black House (conocida erróneamente como el Templo Negro, pero no es un templo, es la casa museo del artista Thawan Duchanee) que se dice son, antagónicamente, el Cielo y el Infierno. Ninguno de los dos queda en el centro, pero al primero (al que hay que ir sí o sí) se llega fácilmente en 15 minutos con un autobús público desde la estación (20bahts= 0,48€) y para entrar al templo no hay que pagar.

Es un proyecto de templo budista contemporáneo (todavía en construcción) , por lo que tanto integradas en la arquitectura como en en el jardín, se pueden encontrar todo tipo de piezas de arte de lo más estrafalarias y chocantes para lo que estamos acostumbrados cuando visitamos un templo.

Wat Rong Khun

En la puerta del White Temple

Wat Rong Khun

White Temple, Chiang Rai

Wat Rong Khun

Manos ante los guardianes del Paraíso, simboliza el sufrimiento de la vida antes de ir al Cielo

Wat Rong Khun

Más dolor antes de llegar al Paraíso. White Temple, Chiang Rai

Wat Rong Khun

Esculturas de lo más psicodélicas en el White Temple, Chiang Rai

La casa-museo Black House es un enorme recinto con varios edificios tradicionales de madera en los que destacan las piezas talladas y una numerosa colección de pieles y huesos de animales. Nos sentimos un poco como en un cementerio de animales bastante friki y aunque el sitio es bastante sorprendente, lo recomendamos sólo por la arquitectura.

Black Temple, Thawan Duchanee

Black House, Chiang Rai

Black Temple, Thawan Duchanee

Uno de los edificios en la casa-museo del artista tailandés Thawan Duchanee

Black Temple, Thawan Duchanee

Una muestra de la colección de animales del artista…

Para ir a la Black House también se puede coger un bus en la estación por 15 bahts y pedir que te dejen en la entrada de la calle del museo y andar unos 10 ó 15 minutos hasta el recinto. Ir por tu cuenta puede ser un poco lío porque el único cartel que hay en la carretera está escrito en tailandés así que es imposible ver la entrada si no lo conoces.

Nosotros por suerte fuimos en bus hasta la cafetería de Nuch, una couchsurfer que vive al lado del museo y que nos llevó hasta allí en coche después de probar sus deliciosos capuccinos.

En la cafetería de Nuch

Después de ver el museo fuimos al mercado nocturno de su barrio donde nos compramos algo de merendar…

Mercado nocturno Chiang Rai

Se me antojó una bolsa de grillos con soja y pimienta…mmmm

Otro de los templos importantes de Chiang Rai es el Wat Phra Kaeo, un bonito templo budista famoso por albergar en el siglo XIV al Buda Esmeralda (actualmente está en Bangkok). Cuenta la leyenda que un rayo cayó en una de las estupas del templo rompiendo el yeso que ocultaba al Buda (alguien lo había escondido allí para protegerlo).

Buda Esmeralda

Réplica del venerado Buda esmeralda que ahora está en Bangkok

También descubrimos gracias a Nuch que la torre del reloj que teníamos al lado del hostel ofrecía de 19 a 22 cada hora punta, un pequeño espectáculo de luz y sonido. En Tailandia les encanta el oro y en Chiang Mai, además, se lleva lo Rococó…

Torre Reloj, Chiang Rai

Después de unos días descubriendo Chiang Rai y de 40 días en Tailandia, tocaba despedirse, no sin algo de nostalgia…

Próximo capítulo: Cruzando la frontera.