Bali, primeras experiencias en Indonesia

1 julio, 2013 a las 14:47
Entrada Tanah Lot Bali

Entrada Tanah Lot Bali

Llegamos a Bali con ganas de calor ¡y vaya si lo encontramos! En el aeropuerto nos recibieron Narada y Guille, dos amigos de Erik (el primero vive en Bali desde hace 10 años y el segundo acaba de llegar a la isla para, con un poco de suerte, quedarse).

Nos quedamos unos días en la zona de Canggu, al oeste de la isla, por encima de Kuta (la turística y escandalosa zona de marcha de Bali), es una zona un poco aislada, así que alquilamos una moto para movernos y poder visitar el templo de Tanah Lot, a orillas del mar (10.000 entrada + 2.000 parking = 0,92€), Kuta, Seminyak y la península de Bukit, donde se encuentra Ulu Watu, el templo de los monos (ojito que son unos golfos y te roban hasta las lentillas si te descuidas) y la bonita zona hotelera Nusa Dua

Templo Tanah Lot

Templo Tanah Lot

Templo Ulu Watu,  templo de los monos

Templo Ulu Watu, el templo de los monos

templo de los monos

Una familia de monos en el Templo Ulu Watu

Playa Nusa Dua Bali

Erik y Guille en la playa de Nusa Dua

Para recorrer el resto de la isla alquilamos un cochecito (alias ¨Jimmy¨) para poder llevar las mochilas con nosotros, aunque, sin duda, para superar el tráfico de Indonesia sin sufrir un ataque es mejor una moto. Con el coche hicimos un recorrido circular en sentido contrario a las agujas del reloj y visitamos el templo de Pura Masceti (Gratuito. Parking 2.000rp= 0,15€), el palacio de Tirta Gangga (10.000rp= 0,77€), dormimos en el pueblecito costero de Padangbai (de donde salen los barcos a las islas Gili y Lombok por unas 125.000rp= 9,64€).

Templo Pura Masceti

Templo Pura Masceti

Figura Templo Pura Masceti

Figura Templo Pura Masceti

Palacio de Tirta Gangga

Palacio de Tirta Gangga

Palacio de Tirta Gangga

Palacio de Tirta Gangga

Continuamos hacia Tulamben, donde buceamos entre peces de todos los colores sobre el Liberty, un impresionante barco hundido de la 2ª Guerra Mundial (una de las mejores experiencias del viaje), pasamos una noche en este pueblecito y seguimos hacia Lovina, una ciudad bastante caótica en la que pasamos una noche para descansar e intentar ir a la playa pero estaba tan sucia que no duramos mucho.

Al día siguiente, continuamos rumbo al sur hacia Ubud parando en las cascadas gemelas de Gitgit, el precioso templo hindú de Ulun Danu (30.000rp+5.000 parking= 2,70€) en el Lago Begudul y el templo excavado en la tierra (también hindú) Gugung Kawi (15.000rp + 5.000 parking = 1,54€).

Twin Falls

Cascadas gemelas de Gitgit

Templo Ulun Danu

Templo Ulun Danu, en el Lago Bratan

Gunung Kawi Ubud

Gunung Kawi Ubud

Cuando llegamos a Ubud nos sorprendió porque tiene una arquitectura indonesia muy bonita y es un pueblo turístico pero no en el mismo sentido de Kuta, no es una zona de marcha, pero sí tiene cientos de comercios y restaurantes. La mayoría de alojamientos en Ubud son casas particulares reconvertidas en Guest House y cuentan con su propio templo en el patio interior decorado con motivos budistas/hinduistas.

En Ubud aprovechamos para ver un espectáculo de danza clásica balinesa de tipo Legong (hay varios tipos) que nos dejó boquiabiertos con la música, los colores de sus trajes y los expresivos movimientos de ojos y manos de los bailarines, fue muy emocionante.

Danza Legong Bali

Danza clásia balinesa Legong

Danza clásia balinesa Legong

Danza clásia balinesa Legong

Al día siguiente volvimos a Canggu y nos quedamos en casa de los padres de Narada (Guille y él estaban pasando unos días en la vecina Lombok) quienes nos llevaron como despedida a ver el atardecer en una colorida terraza de Kuta, regentada por un andaluz. Gracias a esta improvisada visita, Kuta nos gustó un poquito más y dejamos Bali con muy buen sabor de boca.

Prontito por la mañana fuimos a la caótica estación de autobuses de Denpasar y conseguimos encontrar un bus público (fuera de la estación) que nos llevó a Gilimanuk (pagamos por 4 horas de viaje 50.000Rp. (3,86€) pero ahora sabemos que este precio es caro, hay que regatearlo), desde donde cogimos el ferry hasta Java (6000 rupias).

De Bali nos llevamos la espiritualidad y belleza de los templos, la sensación del viento en la cara al viajar en moto entre verdes arrozales, la baratísima y sabrosa comida local de sus warungs, los atardeceres en la playa, la calidez en el aire, la agradecida sonrisa de la gente cuando les hablas en bahasa…

 

Arrozal Bali

Arrozales alrededor de Tirta Gangga

Siguiente destino: el volcán Kawa Ijen en Java. :-)